Hay algo muy especial en preparar tus propios snacks. No solo eliges lo que comes: eliges cómo quieres sentirte. Y cuando usas ingredientes reales, naturales y llenos de vida, el cuerpo responde con energía más estable, mejor digestión… y ese bienestar que solo da la comida verdadera.
Hoy quiero compartirte una versión muy especial de nuestras barras energéticas saludables: una receta casera, sencilla y nutritiva, bañada con una cobertura de cacao puro derretido.
Sí, cacao puro. No chocolate comercial. Y créeme: tu cuerpo nota la diferencia.
El cacao en su forma pura —sin azúcar, sin grasas añadidas, sin procesos excesivos— es uno de los alimentos naturales más ricos en:
Estos beneficios se conservan únicamente cuando el cacao se mantiene puro.
Muchos chocolates “oscuros” pierden parte de estos compuestos por procesos intensivos o por el alto contenido de azúcar.
Por eso, cuando derrites cacao puro artesanal para usarlo como cobertura, estás tomando el cacao en su forma más noble y potente. Y sí, lo sientes tanto en el sabor como en tu cuerpo.
Los flavanoles del cacao mejoran la función de los vasos sanguíneos y apoyan la presión arterial normal. El cacao puro sin azúcar conserva muchos más flavanoles que los chocolates procesados.
La avena contiene beta-glucanos, fibra soluble ampliamente estudiada por su capacidad de disminuir el colesterol LDL. Esto ayuda a mantener un corazón más sano.
Sus grasas saludables y su aporte proteico ayudan a mantener niveles de energía estables, evitando antojos y picos de azúcar.
Estas semillas aportan ALA, un tipo de omega-3 que se asocia con beneficios cardiovasculares, menor inflamación y equilibrio hormonal.
Aporta minerales y antioxidantes, y ayuda a unir la mezcla sin recurrir a azúcares refinados.
Rinde: 8–10 barras
Tiempo: 15 minutos + refrigeración
En un bowl, combina la granola y las semillas si decides usarlas.
En una ollita a fuego bajo:
mezcla la mantequilla de maní, la miel y el aceite de coco.
Cuando se integren, retira del fuego.
Vierte el jarabe tibio sobre la mezcla de granola y mezcla muy bien hasta que quede pegajosa y uniforme.
Pasa todo a un molde de silicona o poliacrilato.
Presiona con firmeza para que quede compacto.
En baño María:
Vierte el cacao derretido sobre la base ya compactada.
Extiende con una espátula para lograr una capa uniforme.
Lleva el molde a la nevera por al menos 1 hora, hasta que la cobertura solidifique completamente.
Saca del molde, corta en 8–10 barras, envuélvelas en papel manteca y guárdalas en un lugar fresco y seco.
Porque une lo mejor de ambos mundos:
Es una receta sencilla, honesta y deliciosa.
Una forma cotidiana de cuidarte… y de volver a lo real.
